"Hablar de paz no es bajar la guardia": Petro sobre proceso con el ELN
El mandatario rindió este viernes un sentido homenaje al suboficial y los dos soldados asesinados en el atentado terrorista del pasado 17 de septiembre.
“Hablar de paz no es bajar la guardia, porque a veces para alcanzar la paz es cuando más hay que combatir”, afirmó este viernes el presidente Gustavo Petro desde el Cantón Militar de Puerto Jordán, en Arauca, guarnición que fue objeto de un atentado terrorista perpetrado por el ELN, el pasado 17 de septiembre, hecho en el que murieron un suboficial y dos soldados profesionales.
En este mensaje, que hizo extensivo a la toda la Fuerza Pública, el mandatario indicó que la lección es seguir trabajando por la paz, para que sea alcanzable, pero “no podemos ser ingenuos” sino que hay que seguir entrenándose y preparándose, sin bajar la guardia nunca, “porque en cualquier segundo podemos morir, en cualquier demora de nuestro cerebro, en un paso mal dado, una equivocación, un error sin darnos cuenta puede acabar con nuestra propia existencia”.
Personas del ELN decidieron demorar la paz
Al referirse al ELN, el jefe de Estado recordó que le ha dicho a este grupo armado ilegal en distintas ocasiones que hay dos opciones: “O el camino de Pablo Escobar o el camino del sacerdote Camilo Torres Restrepo, el que hablaba del amor eficaz, del amor a los pobres, del amor a los humildes, del amor a los que más sufren, para que dejen de sufrir, para que Colombia permita en su inmensa riqueza que todas las familias colombianas puedan prosperar en relativa igualdad”.
De acuerdo con el presidente Petro, el ELN comete un error al rechazar la mano tendida del Gobierno para que contribuya a la paz.
Al respecto precisó: “Personas que se llaman del ELN decidieron que hay que demorar la paz, que mejor esperar al otro gobierno, como lo han hecho antes, siempre con malos resultados, porque cada vez son más débiles, cada vez dejan de ser la fuerza impulsora de un cambio, de una política, como alguna vez lo soñó el sacerdote Camilo Torres Restrepo”.
El mandatario reiteró que tiene en su oficina la sotana del padre Camilo Torres, a la espera de la decisión del Eln en favor de la paz.
Y recalcó que “quienes dispararon los cilindros (contra el Cantón Militar del Jordán) sabían que podían hacer la paz con este Gobierno, que les ha tendido la mano, no los ha engañado, como dicen ellos, sino que está dispuesto a transformar Arauca hasta donde podamos”.
Cuando no se hace la paz, quien pierde es Colombia
Según el mandatario, de los ideales del sacerdote Camilo Torres y de otros religiosos como el padre Manuel Pérez, de origen español, que militó en esta guerrilla, no queda nada en la facción del ELN que opera en Arauca.
“De las ideas de ese sacerdote no queda nada en el corazón de quienes dirigen el ELN hoy en Arauca, porque en el corazón de esos sacerdotes armados quizás estaba el amor eficaz, el amor al pobre”, enfatizó.
“Cuando se tira el cilindro (contra los soldados) no se está pensando en esos jóvenes, sino en matarlos, ¿matarlos para qué? Para decirles a los jefes: miren, estamos presionando al gobierno y el ELN no hace la paz. Y cuando no se hace la paz quien pierde es Colombia”, subrayó.
“Cuando los jóvenes mueren entre sí, cualquiera que sea el uniforme, quien va perdiendo es Colombia; no hay ganador allí, solo hay perdedores. Cada joven enterrado es una derrota del pueblo colombiano, cada joven enterrado es una derrota de la patria, porque estamos cortando los árboles que podrían ser frondosos, y muy frondosos, generadores de vida, cuidadores y protectores de la vida”.
Gracias a los soldados que ofrendaron su vida
Durante su visita al Cantón Norte de Puerto Jordán, el mandatario compartió con las tropas, escuchó los testimonios de los soldados e hizo seguimiento a las medidas y los planes estratégicos adoptados en materia de seguridad.
Al término de su estadía, el presidente envió un mensaje de solidaridad a las familias de los uniformados asesinados en el atentado terrorista: el suboficial Fabio Andrés Burbano Zúñiga y los soldados profesionales Julián Arango Patiño y Bayron Andrés Correa Vargas.
Sobre ellos, el jefe de Estado afirmó: “Tres jóvenes cuyos hijos podrían ser quizás premios Nobel de física, vaya a saberse, y ya no estarán, cuyos hijos podrían quizás ser fundamentales para la construcción de Colombia, porque todo ser humano es fundamental, necesario, imprescindible, no desechable para la historia y la construcción de este país, porque cada vida humana es invaluable e irrepetible y, por tanto, preciosa; es una joya en el universo”.
“A esos jóvenes, nuestras gracias; que no se olviden que la cadena de sus afectos, rota por la codicia de otros, puede hacerlos vivir en la sangre de sus descendientes y nunca ser olvidados, porque ofrecieron en el ímpetu de su juventud su vida para tener un mejor país”, concluyó el presidente de la República.
*Con información de Presidencia de la República